miércoles, 23 de noviembre de 2011

El destino siempre nos guarda lo mejor.


Tenemos la costumbre de querer controlar por todos los medios las cosas que pasan a nuestro alrededor, las manipulamos para que ocurran tal o como nosotros las hemos soñado, repasamos una y mil veces las posibles situaciones que podrían plantearse en el caso hipotético de que algo ocurriera o dejara de ocurrir. Nos empeñamos en dejar todos los cabos atados y bien atados, pero resulta que siempre hay alguno que se nos escapa, algún pequeño matiz de esa larga cadena de sucesos que nos hemos imaginado, con total seguridad va a variar de nuestras expectativas, alterando por completo el resultado que habíamos determinado en nuestra cabeza.

Si hasta nuestro estado de ánimo, el tiempo o las circunstancias que nos rodean hacen que nos comportemos de manera diferente y a veces incluso nos sorprendemos a nosotros mismos ¿Cómo vamos a pretender llegar a acertar la reacción de otra persona sobre una situación hipotética que ni siquiera se ha planteado?

Son tan minúsculos los infinitos detalles que se nos escapan, que es prácticamente imposible advertirlos, pero simultáneamente son tan infinitos los minúsculos detalles que se nos escapan, que es totalmente imposible adivinar en las magnitudes en las que alteran el resultado esperado.

Después de tanto tiempo dándole vueltas y vueltas a la cabeza, intentando llegar a conclusiones que en la mayoría de los casos han estado equivocadas, llegas a la conclusión valida, aquella que ha estado ahí desde el principio. La conclusión que te dice que por muchos planos que te traces en tu cabeza, no llegaran a construirse, porque probablemente la casa que tu estas imaginando sea en realidad un palacio lleno de jardines o incluso cuatro tablas de madera mohosas en mitad de la playa mas bonita que habías llegado a soñar.

Porque en la vida hay que dejarse llevar y confiar en que lo que pase tendrá que pasar, porque el destino siempre nos guarda lo mejor y porque lo mas bonito de vivir es dejar que la vida nos sorprenda.